83% de los directores ejecutivos quiere que los trabajadores regresen a las oficinas de manera permanente, mientras que del grupo de los empleados, solo 10% tienen interés en volver a tiempo completo, la mayoría apuesta por un modelo laboral híbrido, según lo reveló la encuesta Best Practice Institute, reseñó El Economista.

“La idea del trabajo remoto contradice un estilo de trabajo tradicional de 9 a 5 que existía antes de que la tecnología se hiciera cargo e hiciera posible enviar fácilmente mensajes de Slack y configurar llamadas de Zoom con empleados de todo el mundo”, afirma Louis Carter, CEO de Best Practice Institute.

Para Carter, el rechazo a retornar a la oficina de manera permanente es entendible después de una pandemia que implicó riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores en actividades presenciales. “Una vez que estos temores disminuyan, sospechamos que estos números cambiarán sustancialmente”, detalla.

Sin embargo, agrega el director general de BPI, la brecha entre lo que desean los jefes y lo que quieren las personas indica que hay mucho trabajo por hacer. En ese sentido, el desafío para los ejecutivos no radica sólo en crear un entorno laboral seguro para la salud de los colaboradores, el reto también se encuentra en respetar la decisión de cada empleado de retornar o no a la oficina.

El desempeño de los trabajadores podría ser la principal preocupación de los líderes tradicionales en relación al trabajo remoto y puede ser la razón por la cual los jefes deseen ver nuevamente a los trabajadores en la oficina. Sin embargo, el 76% de los encuestados consideró que su rendimiento personal aumentó en el tiempo de home office.

Pero detrás del incremento de la productividad, hay una fuerza de trabajo agotada. Esta puede ser la explicación del por qué en el grupo de personas que teletrabajaron por primera vez se eleva a 22% la proporción de empleados que sí quiere retornar a la oficina a tiempo completo.

*Información de El Economista