El valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe siguió creciendo en el primer semestre de 2022, pero lo hizo a un ritmo más lento que en el mismo semestre del año anterior, según un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo.
Tras haber crecido un 27,9% en 2021, el valor de las exportaciones de la región aumentó un 20,6% en el primer semestre. Aun así, la tasa de crecimiento supera la del comercio mundial que en el mismo periodo se redujo de 25,8% a 17,5%.
La desaceleración proviene de a una serie de shocks globales: el conflicto en Ucrania, la política de COVID-19 cero en China y el endurecimiento de las políticas monetarias.
De acuerdo con la edición del informe anual Monitor de Comercio e Integración que analiza la evolución de los flujos comerciales de América Latina y el Caribe, las proyecciones para el resto del año confirman un cambio de tendencia en las exportaciones de la región hacia una fase de marcada desaceleración.
En cambio, las exportaciones de servicios, que habían repuntado 26,8% en 2021, continuaron en un sendero de sólida expansión en el primer trimestre de 2022 a un ritmo particularmente elevado (53,6%) y mayor que el promedio mundial, impulsadas por la recuperación de los viajes internacionales y el transporte.
“Si bien el repunte comercial de la región fue más pronunciado que el promedio mundial, la expansión de los valores exportados se debió principalmente a los precios, y se ha consolidado una clara tendencia hacia la desaceleración”, señaló Paolo Giordano, Economista Principal del Sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del informe.
El aumento de los precios de exportación de la región aportó cerca de un 70% de la expansión interanual del valor de ventas externas en la primera parte del año. El reporte destaca la dinámica de las cotizaciones de los principales bienes exportados por la región: por ejemplo, el precio de petróleo subió 69,1%, el café aumentó 60,6% y el azúcar subió 14,4%.
Los volúmenes de exportación tuvieron menor dinamismo que los precios y, aunque se desaceleraron en el primer semestre de 2022, las cantidades se incrementaron 5,3%, levemente por encima de la media global (4,5%), con una evolución desigual entre subregiones.
Las importaciones se desaceleraron (de 36,8% a 29,4%), pero continuaron creciendo más que las exportaciones, impulsadas principalmente por los precios de la energía. Consecuentemente, los términos de intercambio y los saldos comerciales se deterioraron.
El informe destaca que, si bien los envíos a Estados Unidos contribuyeron en mayor medida a la expansión comercial de la región, el comercio intrarregional (33,5%) fue más dinámico que el extrarregional (18,5%). Como consecuencia, la participación del comercio intrarregional aumentó 1,4 puntos porcentuales con respecto a 2021, para ubicarse en el 15,8% en el primer semestre de 2022.
El informe concluye que la recurrencia de shocks globales que han afectado el desempeño comercial de la región revela una tendencia de inestabilidad de mediano plazo. En los últimos 10 años, las exportaciones de América Latina y el Caribe han tenido menor dinamismo y mayor volatilidad y, con contadas excepciones, las economías de la región perdieron competitividad externa, particularmente en el mercado intrarregional. En este contexto, es imprescindible un nuevo impulso a las estrategias de inserción internacional, con énfasis en las agendas de integración regional.
El informe fue preparado por el Sector de Integración y Comercio del BID y su Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL).
*Nota de prensa