Los tipos de estafas o hackeos han evolucionado desde la aparición de Internet, pero siempre han sido un tema de preocupación y razón para alertar a los internautas sobre la importancia de reforzar la ciberseguridad, cuidar los equipos, redes, software y datos en general.
El phishing, una de las estafas más conocidas, es la práctica que consiste en engañar a las personas a través de enlaces o páginas web falsificadas que mantienen la misma imagen que las reales, por lo que los usuarios ingresan con confianza sus datos y, por ende, son víctimas de estafas.
En la actualidad, las estafas evolucionaron hacia las llamadas telefónicas. Esta nueva modalidad se conoce como vishing y consiste en obtener, por vía de una conexión telefónica, información confidencial como números de tarjetas, contraseñas o códigos de verificación. Este último caso aplica generalmente para el hackeo de Whatsapp, con el fin de timar a los contactos del número pirateado.
Ambas técnicas tienen el mismo objetivo: obtener datos para cometer algún fraude. Pero puedes evitarlas poniendo en práctica las siguientes medidas para salvaguardar tu información:
Los atacantes siempre buscarán una manera de cometer sus delitos, por lo que siempre debes estar alerta, evitando dar o descargar información que te parezca sospechosa.
Fuente: IPNET