La trata de personas es considerada como una forma de esclavitud moderna que vulnera la dignidad humana y viola los derechos humanos. En el mundo, es la tercera actividad ilegal que genera más dinero, después del tráfico de drogas y de armas, según el reporte “crimen transnacional y el mundo en desarrollo” publicado por la organización global financial integrity.
Los criminales que cometen este ilícito se aprovechan de la vulnerabilidad de quienes viven en condiciones de pobreza, sufren violencia o discriminación; o se encuentran en países en conflictos armados, para hacerlos parte de este sometimiento. Las principales víctimas son las mujeres y los menores de edad.