Ocho organizaciones internacionales e instituciones financieras de desarrollo anunciaron en la COP28 que tienen el propósito de lanzar un nuevo esfuerzo global para cooperar en la promoción de instrumentos financieros para el financiamiento soberano sostenible vinculado al clima y la naturaleza.
El grupo de organizaciones internacionales e instituciones financieras de desarrollo anunció una declaración conjunta en la cumbre climática anual de la ONU como parte del nuevo enfoque en el uso de diferentes soluciones financieras para movilizar capital del sector privado, a través de instrumentos de mejora crediticia como canjes de deuda y bonos verdes o vinculados a la sostenibilidad. La Agence Française de Développement (AFD), el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), el Banco Africano de Desarrollo (BAfD), el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Fondo Verde del Clima (GFC), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC) participarán en el nuevo esfuerzo.
Este grupo de organizaciones internacionales e instituciones financieras de desarrollo también anunció la formación de un grupo de trabajo liderado por el BID y DFC que ayudará a facilitar la misión del grupo. El grupo de trabajo planea monitorear el progreso del grupo hacia su objetivo declarado de aumentar la efectividad, eficiencia, asequibilidad, accesibilidad, disponibilidad y escalabilidad de estos instrumentos financieros que usan elementos de mejora crediticia a nivel de mecanismos, productos y procesos.
El CEO de DFC, Scott Nathan, destacó que “la crisis climática no puede ser abordada por ninguna organización que actúe en forma aislada. Esta declaración conjunta y este grupo de trabajo consolidan nuestro compromiso de cooperar mejor en el financiamiento vinculado a la naturaleza. Necesitamos trabajar juntos, basándonos en modelos probados, para aportar soluciones concretas a este desafío.”
El presidente del BID, Ilan Goldfajn, subrayó que “el BID ha sido durante mucho tiempo un pionero en financiamiento innovador. Al fortalecer nuestra colaboración con los bancos multilaterales de desarrollo y otras partes interesadas, buscamos ampliar y mejorar el impacto del financiamiento climático y de la naturaleza”. Agregó que “nos encontramos en una coyuntura crítica en la que el financiamiento innovador será vital para ayudar a los países en el acceso a los recursos necesarios”.
Las ocho instituciones planean colaborar para ampliar el financiamiento vinculado al clima y la naturaleza, mejorando el acceso a mecanismos que reduzcan los riesgos crediticios que enfrentan los inversionistas en instrumentos de deuda soberana. Entre ellos se encuentran los instrumentos de mejora crediticia, que son soluciones financieras como garantías crediticias totales o parciales, seguros de crédito y seguros de riesgo político (PRI por su sigla en inglés).
El objetivo del financiamiento vinculado a la sostenibilidad es crear incentivos para aumentar la escala y profundizar el impacto del financiamiento climático y de la naturaleza mediante la definición de objetivos ambiciosos, la creación de sólidas estrategias de implementación y monitoreo, y la mejora de los mecanismos operativos. El uso de estos instrumentos puede ayudar a movilizar los recursos que tanto se necesitan del sector privado. La colaboración busca incrementar el uso de este tipo de soluciones financieras y consolidarlas como una fuente de financiamiento relevante y accesible para entidades soberanas y del sector público de países en desarrollo.
La declaración conjunta se basa en el extenso trabajo del BID y la DFC en el ámbito de la deuda por conservación de la naturaleza. En los últimos 18 meses, DFC ha proporcionado casi US$2 mil millones en seguros de riesgo político para apoyar transacciones de deuda por conservación de la naturaleza. DFC es proveedor líder de este tipo de seguros, siendo una importante herramienta para generar confianza en los inversionistas y movilizar capital privado (principio central de la misión de la DFC) en los mercados donde más se necesita.
El BID también ha aumentado su participación en las transacciones de deuda por naturaleza en los últimos 18 meses, a través de la aprobación de US$585 millones en garantías parciales de crédito que movilizaron más de US$700 millones de otros socios para el desarrollo y generado aproximadamente US$500 millones en ahorros para la conservación marina.
Los elevados niveles de deuda y servicio de deuda que enfrentan los países en desarrollo dificultan su capacidad para cumplir sus compromisos globales en materia de clima y naturaleza. En este contexto, la colaboración para mejorar la eficacia del financiamiento vinculado a la sostenibilidad ayudará a los países en desarrollo a cumplir los objetivos climáticos y de naturaleza.
*nota de prensa